5 dic 2011

Una segunda rueda muy floja

La derrota del viernes pasado en el Parque marcó el final de la segunda rueda del torneo y, además, la mitad de la primera fase. No ha sido este el mejor tramo del campeonato para Ben Hur. El equipo sólo consiguió dos triunfos en siete cotejos (ante 9 de Julio y Depro, ambos de local), con dos empates y tres derrotas. Es decir que se cosecharon 8 puntos de 21 posibles (38% de efectividad). Todo lo contrario a la buena producción de la primera rueda, en donde el Lobo fue puntero y logró 12 unidades (57%) producto de tres victorias, tres igualdades y un sólo traspié. Ahora, quedó a cinco puntos de los líderes y comparte el tercer lugar con Colegiales de Concordia (recordando que clasificarán los primeros cuatro). Este contraste entre una parte y otra del certamen no se reduce solamente a una cuestión matemática, sino de rendimientos. La solidez defensiva, que caracterizó al equipo en el comienzo, se diluyó con el correr de los partidos. Sólo el excelente nivel de Guillermo Stucky evitaron un mayor número de derrotas. El arquero fue el único sostén defensivo que esbozó Ben Hur en los últimos partidos y su ausencia se hizo sentir el viernes. Si a esto le sumamos una preocupante falta de gol, el panorama empeora. La BH sólo anotó 12 goles en 14 encuentros, de los cuales 4 fueron de David Torres (uno de los mejores esta temporada). Sin embargo, no existe una referencia goleadora como sucedió el año pasado con Leandro Ledesma. Héctor Silva llegó para serlo, pero algunas molestias y lesiones dejaron a Pochola muy lejos de la capacidad goleadora que marca su currículum. El veterano delantero sólo contribuyó con un par de tantos (uno a Tiro y el otro al "9"). Demasiado poco. En el banco, el DT tampocó halló soluciones. Matías Carelli, como primera opción, nunca pudo encontrar el arco en las pocas oportunidades que tuvo y las alternativas se redujeron a los juveniles. Por ello, se observó una gran dependencia de lo que podían llegar a generar los volantes. Fueron los casos de Gonzalo Jubany (quién habitualmente es lateral izquierdo), Pablo Tántera y, en algunas ocasiones, Claudio Santa Cruz. Así la cosa se fue haciendo cada vez más difícil. Olivares fue cambiando nombres y de dibujo táctico partido a partido, sin encontrar resultados. En este sentido, fue llamativo el módulo que paró en la derrota ante Las Heras del viernes. Con un 4-4-1-1 en condición de local y con la urgencia de ganar los tres puntos, resulta inexplicable tal decisión. También es cierto que las lesiones, suspensiones y un plantel corto fueron minando las alternativas del entrenador para volver a encauzar el barco. Tampoco podemos obviar el bajísimo desempeño de algunos jugadores que llegaron como refuerzos a principio de temporada (Fausto Gómez Varas, por ejemplo). Pero esto no es todo. El futuro pinta más oscuro tras los episodios de la semana pasada entre el técnico, que amagó a renunciar, y Carelli. ¿Cómo afectará esto en la relación con el grupo? Esta seguramente será una de las semanas más complicadas para Olivares desde su llegada a Rafaela, teniendo en cuenta que se avecina el último partido del año ante 9 de Julio, ni más ni menos. Un partido de suma importancia y especial para los hinchas. Sobre todo, será vital un triunfo para no perderle pisada a los punteros y, a su vez, no quedar afuera de los primeros cuatro que clasifican.

FOTO: La Opinión.

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