Señales de recuperación

Ahora que casi no quedan dudas sobre su evidente recuperación, Ben Hur está en una etapa superior, en la de estabilizarse en un nivel que lo mantenga como un equipo temible y del que pueden esperarse cosas importantes. En ese sentido dio un paso firme ante Atlético Paraná cuando el resultado era esquivo. Reforzó algunas características que le permiten edificar este buen momento. Más allá de que pueda verse como una casualidad o una mera racha, destaca un potencial concreto: tiene resto físico y lucidez a la hora de la verdad, cuando hay que grabar el epitafio de un encuentro. Ben Hur también encuentra respuestas en algunas de sus individualidades, en la calidad y el desequilibrio personal que es la punta de lanza, la locomotara a la que se va enganchando el resto del equipo. Ese papel le cupo a Jonathan Gómez. Ben Hur se armó y creció en torno de él, a su influencia para ser rápido en la salida, para conducir, asistir y pisar el área para definir. En el fondo, Guillermo Stucky se muestra sólido y confiable. Otal es la voz de mandó del equipo. Godoy en la mitad de la cancha se convirtió en el patrón. Y Benítez con su despliegue y capacidad goleadora ilusiona a todo Ben Hur. Así, sin grandes producciones, pero con siete puntos sobre nueve en lo que va del ciclo Carlos Miori (por la Copa Argentina y el Argentino B) y un ánimo mucho más en alto, Ben Hur parece ir dejando la prolongada amnesia. Son síntomas; por ahora no tiene el alta definitiva. Pero el monitor electrocardiográfico empieza a tener pitidos más asiduos...

 

FUENTE: Castellanos.

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